martes, 13 de julio de 2010

Que viene y va.

Si, vale, a mi tambien me ocurre. A mi me de algun modo me atemorizaba la idea de morir. No queria ser inmortal, sabia que aquel final hacia la vida emocionante de algun modo. Pero esque yo tampoco queria dejar de sentir, no queria perder todo yo queria ser yo para siempre yo queria poseer el tiempo y hacer que aquello nunca se acabara. Me dedicaba a enterrar aquella idea de que esto podia acabar y asi construia mi seguridad. Creia que me hacia mas feliz no pensar en los finales, en eso consistia ser optimista? No es disfrutar el momento lo que me proponia el Carpe Diem? Si esquivo lo que me da miedo, no le tengo miedo! (Una filosofia un poco torpe si la recapacitas, vale lo admito)
Pero entonces llego una idea que desmonto todo. Una idea que llega del Budu. Si te levantas con la muerte frente a ti, plantandole cara, pensando que quizas hoy sea tu ultima oportunidad, no malgastarias tu tiempo en todo lo material, no actuarias como lo haces ahora, y sabrias encontrar lo que realmente importa. Te centrarías en personas, en sentimientos o proyectos transcendentes. Entonces tome la decisión de no solo aceptarlo, sino recordarmelo a mi misma cada vez que malgastaba mis horas, mi tiempo en ideas triviales que me llevaban a puntos muertos. Era el momento de actuar, regalar los minutos a lo que consideraba primordial y entregarme al fluir del tiempo.

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