En ocasiones las antojadizas manecillas parecen no esperar a nadie. No se detiene aunque tú te hayas quedado atascada en el mismo punto de nuevo y no sepas como avanzar. Ves como la gente se mueve apresuradamente a tu alrededor pero parece que hay algo en tu interior que te retiene, echando anclas. El tic-tac se acelera. Entonces caes en la cuenta de que necesitas mirar dentro de ti, pues hace mucho tiempo que no te dedicas a ti misma un ratito. No era tan difícil, ves claramente la grieta. Es un vacío. Un espacio desalojado. Una persona que se ha ido.
¿No sabías antes que nadie que era especial? Que la ibas a necesitar para absorber de ella toda la confianza que en ti escasea. Que ella se estaba ganando hasta la última gota de tu confianza. Que ella era lo más alto, tu ejemplo a seguir.
No es necesario que comprendas a fondo esta relación para darte cuenta de que todo ha cambiado. Que la distancia ha ganado la partida esta vez. Ya no es tu meta, pues calculas las palabras que vas a pronunciar, hay miedo a la incomprensión y parece que ya no actúa siguiendo cada uno de tus principios. Ves que tus otros amigos van robando a grandes zancadas la laguna que se había creado. Poco a poco se va acercando el momento que más temías, vuestros caminos toman rumbos distantes y acabará por ser un desconocido. Y tú aún permaneces inmóvil, creo que te ha tocado el papel de espectador.
hay quien cree que tu no eres el espectador de nada, ni de nadie. lo que pasa es que te estás creando tu propia película u obra de teatro, lo que prefieras, y no te das cuenta, tampoco notas que muchos son los que admiran tu guión.
ResponderEliminarcalculas las palabras, pero con otras personas que antes no imaginaste las frases te salen de la boca como por arte de magia.
que no es agradable alejarse de alguien a quien queremos mucho, ya sabemos que no. pero si la relación fue mágica alguna vez, nunca es tarde, no es imposible recuperarla, la magia no nos abandona y en ocasiones suele ayudarnos a recuperar cosas que nos pertenecieron:)