La primera y la última.

Chico, ¿Tu como te llamas? … ¿tu comes verdad?.. ¿Y para que lo haces? .. No, no es porque tu madre te lo diga. Lo haces para no quedarte pequeño siempre, porque los que no comen se quedan enanos toda su vida. Y eso ocurre en la iglesia si no comemos el cuerpo y la sangre de Jesucristo nos quedaremos enanos. Pero no de una forma física, sino que nuestra mente y nuestra fe será diminuta. Chiquitita chiquitita chiquitita. Cuando vengan problemas no sabremos como enfrentarlos, nos derrumbaremos y no sabremos que hacer, por eso estáis hoy aquí para continuar vuestro camino hacia la sabiduría y el esplendor.

Estas palabras resuenan aún en mi cabeza. Creo que nunca antes me a había parado ha escuchar las palabras de un cura. Ayer de alguna manera fue un día innovador, (bueno de alguna forma u otra todos lo son) aunque mi innovación consistió en enseñarme o mas bien asegurarme las necedades que pueden decir los cabecillas en una sociedad de creyentes. Pero que tipo de líderes llevan el mando. ¿Se supone que estos son los instructores de la sociedad cristiana? Me estas diciendo semejante repertorio de disparates que no alcanzó a penetrar. ¿Qué si no como me quedo enano? Retira eso por favor. ¿Qué si no creo seré estúpida? ¿Que no afrontaré los problemas? Bea, mantén la calma, si eres una persona tranquila ¿Cómo consigue alguien alborotarse de semejante modo? Ah, claro lo olvidaba. Es que las personas si no comen mueren, no se quedan enanos, ya que estos son los que han nacido con la enfermedad. Es que yo no creo en un Dios y menos en semejante religión. Yo creo en unos ideales, creo en los sentimientos, en el respeto, la amistad, la sinceridad, la tolerancia o la valentía. Creo en la capacidad de superación y en cada muestra de cariño. Creo en cada uno de mis amigos, en los que ya conozco y en los que me quedan por conocer. Creo en la capacidad interior de afrontar los problemas creyendo en Ti mismo. Creo felicidad y en un futuro mejor de la mano de la solidaridad. Pero no me intentes convencer de que soy débil por el mero hecho de no creer en lo mismo que tú. Eso no te lo permito. No intentes vender un mensaje de fraternidad y ayuda al desventurado a unos niños vestidos de reyes y reinas, pues estas colaborando a formar la sociedad materialista e hipócrita. No intentes hacerte con el poder de unos niños que aún no tiene la capacidad de juzgar la autenticidad y la falsedad.